Nicolás Trotta en dificultades
Lunes 20 de
Julio 2020
Por:
LA LECHUZA OLY
La gestión del mediático Ministro de Educación, Nicolás Trotta, no arranca. La pandemia cambió el mundo y se requiere -más que técnicos- buenos políticos en cada área que conozcan la “dinámica” de lo que gestionan.
Trotta fue pensado y propuesto al Presidente en un momento distinto. Trabajó en campaña con equipos técnicos. Quiso ser Ministro de Trabajo, no le dio.
El funcionario exrector de la universidad privada UMET viene de la gestión privada de la educación y le faltan “kilómetros” para comprender la realidad de la escuela estatal. La enorme voluntad de los sindicatos hizo que comenzaran las clases. Eso lo confundió, tal vez, con méritos de gestión.
Las ideas pedagógicas vienen –principalmente- de los equipos de la exministra de educación bonaerense, Adriana Puiggros, que efectivamente “conocen” de lo que hablan.
La pandemia exige un poco más. A Trotta no le está dando al menos la nafta que usa. Varios sindicatos están muy preocupados. Es difícil acompañar.
El Ministro carente de tacto, “fana” de la vidriera y redes sociales parece aún no caer en su propia realidad y la preocupante situación que atraviesa la Argentina profunda. Destina eternos segmentos a entrevistas y diálogos por "webex".
Por estas horas, convocó a entidades docentes de la CGT. Por distintos motivos no pudieron reunirse. “Nico” empieza a oler que su gestión viene en pendiente. Los sindicatos acompañan hasta la puerta del cementerio, pero no entran.
El funcionario militó con la ola ascendente de la curva del covid-19 la vuelta a clases en “agosto”, en medio de la emergencia sanitaria global, a contramano del celoso cuidado de la salud que impulsa el primer mandatario. Como anticipo, podemos adelantar que va a fracasar rotundamente por “no escuchar a docentes y familias”. Los sindicatos que defienden y escuchan a sus representados no van a apoyar el retorno al aula sin las condiciones adecuadas.
Sin dudas, el Palacio Sarmiento es una de las áreas en análisis de la Casa Rosada. No es momento de sumar problemas sino de abanicar soluciones.
En fin, nada.
La Lechuza Oly.
El funcionario exrector de la universidad privada UMET viene de la gestión privada de la educación y le faltan “kilómetros” para comprender la realidad de la escuela estatal. La enorme voluntad de los sindicatos hizo que comenzaran las clases. Eso lo confundió, tal vez, con méritos de gestión.
Las ideas pedagógicas vienen –principalmente- de los equipos de la exministra de educación bonaerense, Adriana Puiggros, que efectivamente “conocen” de lo que hablan.
La pandemia exige un poco más. A Trotta no le está dando al menos la nafta que usa. Varios sindicatos están muy preocupados. Es difícil acompañar.
El Ministro carente de tacto, “fana” de la vidriera y redes sociales parece aún no caer en su propia realidad y la preocupante situación que atraviesa la Argentina profunda. Destina eternos segmentos a entrevistas y diálogos por "webex".
Por estas horas, convocó a entidades docentes de la CGT. Por distintos motivos no pudieron reunirse. “Nico” empieza a oler que su gestión viene en pendiente. Los sindicatos acompañan hasta la puerta del cementerio, pero no entran.
El funcionario militó con la ola ascendente de la curva del covid-19 la vuelta a clases en “agosto”, en medio de la emergencia sanitaria global, a contramano del celoso cuidado de la salud que impulsa el primer mandatario. Como anticipo, podemos adelantar que va a fracasar rotundamente por “no escuchar a docentes y familias”. Los sindicatos que defienden y escuchan a sus representados no van a apoyar el retorno al aula sin las condiciones adecuadas.
Sin dudas, el Palacio Sarmiento es una de las áreas en análisis de la Casa Rosada. No es momento de sumar problemas sino de abanicar soluciones.
En fin, nada.
La Lechuza Oly.