Alerta por la venta de remedios sin receta
Sábado 18 de
Enero 2014
Uno de cada tres medicamentos que se consumen en el país es de expendio libre. Los riesgos de la automedicación.
En la Argentina, durante 2013 se expendieron alrededor de 200 millones de unidades de medicamentos de venta libre en sus diferentes presentaciones. Las cifras obtenidas por el Instituto de Estudios sobre Políticas de Salud (IEPS) indican que uno de cada tres fármacos vendidos en el país es de venta libre, sin control de los profesionales de salud y que los argentinos consumen por año un promedio de cinco envases de este tipo de medicamentos, en su mayoría influenciados por la publicidad de la industria farmacéutica que alienta a la automedicación. El consumo desmedido se da pese a los graves riesgos que implican para la salud y que han sido confirmados recientemente por informes científicos de Estados Unidos y Gran Bretaña, entre otros países.
Según el Indec, las ventas de medicamentos antiácidos aumentaron de 129.642 millones de pesos en el tercer trimestre de 2009 a 285.350 millones en igual período de 2013. El organismo precisó también que la venta de analgésicos creció de 84.178.00 millones de pesos en el tercer trimestre de 2009 a 179.315 millones de pesos en igual período del año pasado.
José Charreau, secretario general de la Asociación Agentes de Propaganda Médica de la República Argentina manifestó, en diálogo con Tiempo Argentino, que "necesitamos un organismo de control, una comisión encargada de que no se vendan como caramelos, porque si estás resfriado, en las publicidades te dicen que te tomás una cápsula y estás bien en menos de un minuto, la gente cree que esto es magia y toma dos o tres por día, sin control", dijo, y explicó que en los casos de los productos con cafeína, o pseudoefedrina, "los efectos negativos no tardan en llegar y se notan a los 20 o 30 minutos porque te elevan la presión y la aspirina puede generar gastritis, úlcera o coagulación. Es indispensable que el consumidor conozca los efectos negativos de la toma indiscriminada".
"Los fármacos medicinales o medicamentos abandonan así su lugar de bien social, esencial para la salud pública y pasan a ser un bien de consumo"
Un relevamiento realizado en la guardia de la División Toxicología del Hospital Fernández de la Ciudad de Buenos Aires, confirma el peligro de la toma indiscriminada al indicar que en 2011 se asistieron 3741 pacientes, de los cuales el 11,5% de ellos, 430, correspondieron a intoxicaciones medicamentosas, siendo 125 casos originados por medicamentos de venta bajo receta archivada y los 305 restantes a medicamentos de venta libre. "Esto ubica a los medicamentos como la segunda causa de intoxicación por frecuencia en un hospital general de agudos, siendo la primera la intoxicación por bebidas alcohólicas", detalló Carlos Damín, jefe de la División Toxicología del Fernández.
La Confederación Farmacéutica Argentina (COFA) indicó que según una encuesta realizada en 2012, el 82% de los entrevistados utilizaba medicamentos de venta libre y la mitad desconocía los efectos adversos que podían provocar en combinación con otras drogas. "La sociedad argentina tiene una preocupante cultura del autoconsumo de medicamentos sin control profesional", había señalado la Confederación en los resultados de la encuesta que continuaba: "Alrededor del 11% de todos los casos de insuficiencia renal terminal son atribuidos al consumo de analgésicos y el 40% de los casos de hemorragia digestiva alta son atribuibles al consumo de aspirina y al resto de los antiinflamatorios no esteroides".
Por su parte, Carlos Damin advirtió que "es innegable el impacto de la publicidad de los medicamentos en la conducta de los consumidores, y de allí los potenciales riesgos que representa para la salud, porque aumenta la automedicación irresponsable y el uso irracional. Los fármacos medicinales o medicamentos abandonan así su lugar de bien social, esencial para la salud pública y pasan a ser un bien de consumo".
Efectos adversos
Muchas son las consecuencias del consumo de medicamentos no debidamente controlados por especialistas. Una de las más comunes tiene que ver con la ingesta de fármacos que terminan provocando inconvenientes gástricos, o similares.
El tratamiento a largo plazo con antiinflamatorios puede provocar gastritis y úlceras gástricas y duodenales. Muchos de los pacientes no tienen síntomas, pero tienen alto riesgo de tener complicaciones severas, como sangrado y perforación del estómago sin síntomas previos.
Además, puede provocar el aumento de la presión arterial en personas hipertensas, e interferir con los efectos de su tratamiento. En algunas personas también predispone a la isquemia de miocardio, la propensión a la trombosis e insuficiencia renal aguda.
En cualquier caso, antes de adquirir un remedio es aconsejable consultar a un médico.
Según el Indec, las ventas de medicamentos antiácidos aumentaron de 129.642 millones de pesos en el tercer trimestre de 2009 a 285.350 millones en igual período de 2013. El organismo precisó también que la venta de analgésicos creció de 84.178.00 millones de pesos en el tercer trimestre de 2009 a 179.315 millones de pesos en igual período del año pasado.
José Charreau, secretario general de la Asociación Agentes de Propaganda Médica de la República Argentina manifestó, en diálogo con Tiempo Argentino, que "necesitamos un organismo de control, una comisión encargada de que no se vendan como caramelos, porque si estás resfriado, en las publicidades te dicen que te tomás una cápsula y estás bien en menos de un minuto, la gente cree que esto es magia y toma dos o tres por día, sin control", dijo, y explicó que en los casos de los productos con cafeína, o pseudoefedrina, "los efectos negativos no tardan en llegar y se notan a los 20 o 30 minutos porque te elevan la presión y la aspirina puede generar gastritis, úlcera o coagulación. Es indispensable que el consumidor conozca los efectos negativos de la toma indiscriminada".
"Los fármacos medicinales o medicamentos abandonan así su lugar de bien social, esencial para la salud pública y pasan a ser un bien de consumo"
Un relevamiento realizado en la guardia de la División Toxicología del Hospital Fernández de la Ciudad de Buenos Aires, confirma el peligro de la toma indiscriminada al indicar que en 2011 se asistieron 3741 pacientes, de los cuales el 11,5% de ellos, 430, correspondieron a intoxicaciones medicamentosas, siendo 125 casos originados por medicamentos de venta bajo receta archivada y los 305 restantes a medicamentos de venta libre. "Esto ubica a los medicamentos como la segunda causa de intoxicación por frecuencia en un hospital general de agudos, siendo la primera la intoxicación por bebidas alcohólicas", detalló Carlos Damín, jefe de la División Toxicología del Fernández.
La Confederación Farmacéutica Argentina (COFA) indicó que según una encuesta realizada en 2012, el 82% de los entrevistados utilizaba medicamentos de venta libre y la mitad desconocía los efectos adversos que podían provocar en combinación con otras drogas. "La sociedad argentina tiene una preocupante cultura del autoconsumo de medicamentos sin control profesional", había señalado la Confederación en los resultados de la encuesta que continuaba: "Alrededor del 11% de todos los casos de insuficiencia renal terminal son atribuidos al consumo de analgésicos y el 40% de los casos de hemorragia digestiva alta son atribuibles al consumo de aspirina y al resto de los antiinflamatorios no esteroides".
Por su parte, Carlos Damin advirtió que "es innegable el impacto de la publicidad de los medicamentos en la conducta de los consumidores, y de allí los potenciales riesgos que representa para la salud, porque aumenta la automedicación irresponsable y el uso irracional. Los fármacos medicinales o medicamentos abandonan así su lugar de bien social, esencial para la salud pública y pasan a ser un bien de consumo".
Efectos adversos
Muchas son las consecuencias del consumo de medicamentos no debidamente controlados por especialistas. Una de las más comunes tiene que ver con la ingesta de fármacos que terminan provocando inconvenientes gástricos, o similares.
El tratamiento a largo plazo con antiinflamatorios puede provocar gastritis y úlceras gástricas y duodenales. Muchos de los pacientes no tienen síntomas, pero tienen alto riesgo de tener complicaciones severas, como sangrado y perforación del estómago sin síntomas previos.
Además, puede provocar el aumento de la presión arterial en personas hipertensas, e interferir con los efectos de su tratamiento. En algunas personas también predispone a la isquemia de miocardio, la propensión a la trombosis e insuficiencia renal aguda.
En cualquier caso, antes de adquirir un remedio es aconsejable consultar a un médico.
Con información de
infonews